Sin darnos cuenta ha llegado el día, el día que me asustara que llegara, no quería despedirme de mis peques. Al final aunque me ha costado, he aguantado y no se me ha escapado ninguna lagrimilla delante de ellos, pero creedme, me da mucha pena que le curso haya acabado.
Ha sido un año muy bonito y he estado encantada de compartir estos meses con los peques y con las familias, me lo habéis hecho muy muy fácil.
Ahora toca comenzar una nueva etapa y recargar pilas para el próximo curso, un curso que sin duda será especial.
¡Descansad, nos vemos en septiembre!